Enero 2011
Ambos intuyen que la hora del paseo se acerca y se muestran inquietos hasta que me ven aparecer con las correas. Su ímpetu y su fuerza ya me han ocasionado un esguince en un pectoral y he tenido que optar por sacarlos por separado hasta que me recupere.
Es una gozada ver como disfrutan en el monte y además estos paseos son muy gratificantes también para mi.
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